Poemas de:
Iván Segarra Báez
INDICE
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IDILIO SIDERAL | SERÁS |
ME RECORDARÁS... | COMO ÁNGEL ROJO |
ANTES QUE ANOCHEZCA | IX |
X | COMO ME SIENTO |
DOLOR DE AMOR |
IDILIO SIDERAL
Como misterios ensortijados de vida,
un eco que se disuelve por el mundo,
un suspiro de polvo y arena,
una transmutación más allá
de todo tiempo corrompido.
Piensa la mente su misma gota de rocío,
un barco que siembra la esperanza renacida,
una paloma destapando calvarios
y misterios luminosos de vida trasnochada,
un evangelio extraviado por la luz.
Amor, seremos ecos que se derrumban,
palmeras sin control abortadas
de sentimientos en fuga.
¡Un adiós en grito de toda elevación!
Cuenta el cuentero que todo pasa,
pasará la luz en viento de ensueño.
¡Una dulce canción, melancolía!
Una vida futura y despoblada.
Atinados de pájaros en la piel del alma.
Una palabra que sonríe a otra palabra muda.
Una antología que conlleva el canto,
un poema, un verso, una palabra en eco de gracia,
deformándose dos aves en el mismo cielo.
Una mirada que otra mirada mira.
Un bien vengas tú, en mí, en ti, en nada.
Una noche anocheciendo otra noche amarga.
Iremos transplantando ilusiones,
confesando abismos, ecos en luz, sueños.
Todas las almas del mundo vivirán
en ti, en mí, en nada.
Somos el principio del hoy,
la loca gruta del mañana.
¡Nada se nos dará sino buscamos el amor.
Todo es concubinato de seres mágicos,
eternos, despoblados corazones y sonrisas.
Alzaremos el sueño, el salmo, la palabra viva;
la vibración del alma nos pertenece a todos!
Nadie se salva sino lo salvamos desde el alma,
todo principio muere y se transforma,
toda creación se crea a sí misma,
todo hombre es el espejo de lo que lleva en el alma.
Nadie engaña a nadie
a menos que nos engañe la vida.
Iré a buscar al mundo mi media unidad
deformada por la lira.
Todo gira, gira, sin sentir el peso de la vida.
Amor, somos eco que se repite
amargamente por esta vida.
Amor, sálvame...
Como yo te salvo
desde la otra vida.
SERÁS
Me contó el rocío
que hoy tú serías mío.
Me dijeron las estrellas
que te buscara para amarte.
Me dijo la luna negra
que se desvistieron nuestros poros;
juntos para amarse.
Me dijo la luna blanca
que entre el eco y el río
yo nací para amarte.
Me contó el rocío
que tú no serías mío.
Me despertó la tristeza al verse
en la otra orilla del río...
me condenó tu mundo
cuando le conté
que yo nací para amarte.
¡Que se vayan todos al infierno,
tú serás para mí,
porque yo nací para amarte!
ME RECORDARÁS...
...Resérvate el amor, Mi Amor,
para cuando el amor llegue.
Tu amor es un barco de espuma,
el mío es corriente de un río.
Resérvate el amor, Mi Amor,
para cuando el amor duela.
Eres un barco de velas,
el mío es barco de escamas.
En cada escama un amor,
en cada escama un recuerdo.
Somos dos pétalos de lluvia
viajando a lo desconocido
del corazón sin verte.
Tu amor me duele, Mi amor,
me duele tanto verte.
¿Qué no sé si despertarme en aguacero
o en lluvia renacida de la muerte?
Resérvate mis besos, mi piel, mi alma,
sólo sé que te amo y este amor duele.
Me dueles tanto mi amor,
como los pájaros en blanco de la nada.
Eres mi sol del mundo,
mi tierna precipitación de un sueño.
Jamás te soñé perdiéndote en la nada,
ahora sé que eres escama,
viento en el mar, de un recuerdo.
Resérvate el amor, Mi Amor,
para cuando el amor llegue.
Serás mi canción desterrada del alma.
¡En cada aguacero me estarás poseyendo,
en cada primavera te estaré congelando!
Resérvate el amor, Mi Amor,
para cuando el amor llegue.
No me busques en las páginas
en blanco de tu vida.
Hazte a la mar, de la vista larga,
y olvida a este corazón que te ama.
Aunque en cada aguacero de tu vida
yo sea esa fría agua del mar
y tú me recuerdes...
COMO ÁNGEL ROJO
¡Cómo ángel rojo!
somos los poetas latinos
de nuestra América latina.
Todos acoplados y juntos
con cara al sol de un dulce mañana.
¡Cómo ángel rojo!
Vamos abiertamente soñando sueños,
somos los hijos del maíz
de la semilla embrionaria
de las hostias sagradas de oro,
de sal y arenas.
¡Cómo ángel rojo!
Ungidos por el Padre Apolo
te cantamos América.
Somos los hijos de la pampa,
del dulce quenepo en la bemba,
los de la Tenochtitlán perdida,
de la guanábana y la yuca,
del pandero y el café puya,
de bemba y el Tombuctú,
de la danza, el tango y el vals,
los de la lengua quechua.
Somos los de guayaco, guayacol y bemba.
Los de guanábanas y flores renacidas.
Los de tierras fértiles,
menú de calabaza, los plátanos partíos,
el fufú americano.
¡Cómo ángel rojo
fundidos por el mismo sol
de lluvia y tabaco, que nos vió crecer!
Te cantamos a ti, Madre redentora,
de las mujeres bellas
del campo y el pueblo
de las ciudades ocultas y legendarias.
Venimos de todo el mundo
para hacer de este canto,
tu canto, mi canto, el canto de todos...
Mi antillana vía
mi cerezo y mis Andes,
mi ruido imborrable,
mi Martín Fierro,
mi Simón Bolívar
y escúchame tú,
Bill Clinton,
que de Vieques
hoy se vaya la Marina.
¡Cómo ángel rojo!
por los heterosexuales,
por los homosexuales, por los "gays",
por todos los muertos, por el Sida,
porque mañana florezca
un nuevo día
en que los gauchos y las llamas
comprendan esta gran poesía.
¡Cómo ángel rojo!
Te cantamos
reina y madre,
diosa y edén,
bella Meseta del Nazca,
paraíso oculto de Colón
que nos dio la lengua milenaria,
este versos lleno de ambrosía.
¡Cómo ángel rojo!
Somos los poetas latinos
de nuestra América latina.
¡Cómo ángel rojo!
Nacimos del sol
en la morena vía
y si alguien se me queda
yo le ruego
que perdone mi poesía
pues somos tantos y tantos y tantos y tantos
los que hoy escriben ésta, mi poesía...
ANTES QUE ANOCHEZCA
To remenber
Reinaldo Arenas
Cuba
(1943-1990)
Reinaldo Arenas, templado corazón de melón.
¡Mándame el libro de las flores,
para volver a verte,
para volver a verte!
Este siglo de las luces se acerca fatal
y otra vez el mar, golpea fuerte
tu Celestino antes del alba.
El mundo alucinante, que escribiste
te seguirá esperando cuando vuelva a verte.
Morir en junio, Con la lengua afuera,
Será un milagro viril
de la humana verdad en ti derramada.
¡Reinaldo Arenas, alguien se acerca!
¿Será Fidel Castro, Trujillo o Batista?
¡No temas más, ya nadie podrá tocarte!
Con los ojos cerrados,
he visto,
el calor del verano,
que golpea afuera;
bello desnudo del alba,
precioso viento del mar asesinado
por un sistema castrista de la muerte viva.
Cuba, Guantánamo y La Habana
se mecen en el pozo del leprosodio cubano
mientras asesinado por el verdugo monarca castrista
Cuba es una niña asustada y violada.
Antes que anochezca
sobre las oscuras golondrinas
he divisado tu hermosura;
hermano de las luces, Reinaldo Arenas.
Con los ojos cerrados, de amor a vivo fuego
surgieron tus palabras de tierno maricón
de mundos olvidados, templados
y cansados principios amariconados.
Todos los polvos son para ti hermosos
polen sagrado de tierno dolor.
¡Inreverente texto descarnado,
fusil y aceite de locuras,
gitano abrumado de la luna,
paraíso, cordón umbilical,
pantomima del mar,
revolucionaria golondrina,
mariposa en tallo lunar,
pétalo marchito, arenal sin fondo,
coqueto paladín de la muerte,
bello mariscal templado de la ira,
alucinante bañista del tejado,
moribundo centinela siempre en fuga
que pareces un falo pintado por Dalí!
Dolor inmenso en tu corazón valiente
sentiste el dolor del leprosodio cubano;
ahora eres libre como la flor del malva.
No habrán soldados enloquecidos,
barricadas humanas ya cansadas,
ni castrismos enfurecidos,
ni tumbas comunistas,
ni alacranes malditos,
ni estalinistas, ni lenistas, ni nazistas,
para ocultar por más tiempo a la Literatura
tu hermoso cuerpo,
hermoso rey de este verano.
Reinaldo Arenas, destellos de luz
en la plegaria callada y sacra de la vida.
Moriste por un deber, por un valor,
por un bello principio amordazado
en el mismo semiciclo de la guerra.
¡Ojalá que tu alcoba
se llene de limones, de naranjas azules y redondas,
de tiernos compañeros que te den la vida
No-dolor, no la muerte,
como todos los humanos.
Reinaldo Arenas, antes que anochezca,
mándame el libro de las flores,
para volver a leerte,
para volver a leerte,
antes que llegue
este azaroso verano de la muerte.
Con fusil en mano
prenderé una vela
por tu alma, por tu costado,
por todo lo que te hicieron los humanos,
porque en el mundo se acabe la guerra
y porque mañana
en el mismo semiciclo
de la guerra cubana
en busca de su libertad
el bello nombre
de Reinaldo Arenas
brille soberano,
antes que anochezca.
IX
"El hombre es mortal por sus temores e inmortal por sus deseos"
Pitágoras
Descubrimos que la vida se va asesinando
entre pétalos descalzos y llantos desnudos,
como símbolos desterrados
de pequeñas muertes desoladas y tristes.
El tiempo
va trasnochando horizontes muertos de frío
y todo se acuesta entre la nota absurda
de la sombra en pena de la risa muerta.
Descubrimos que los cuerpos son el cosmos,
un deseo que se retuerce en el mar de la lujuria.
X
"El mejor placer de la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer"
Walter Bagehot
Y la vida se hace un rostro de tinieblas muertas
donde no hay un "Ave María" que te salve
de la desgracia absoluta de los hombres.
Y el camino se pierde para seguir a los hombres.
Cada noche respeta esta soledad tan amarga,
tan dura, hecha de rosas que tienen espinas.
Donde el pecado caído es el amor
y te lastima
y en sus cenizas tú te enredas con la muerte pequeña
que todos llevamos dentro del alma moribunda
y la palabra se hace misterios de la noche,
un refugio sin sol, un eco sin dicha
y lo banal es el espejo
de todo lo que vivimos
del recuerdo a la sombra de la vida,
de la nostalgia sin vida de la muerte fría
que no acaba jamás
con la palabra
"Melancolía".
COMO ME SIENTO
Me siento como se siente el agua
entre mares de cenizas.
Mi fuerza es un ciclón
que choca contra el viento.
¡Será que soy de espuma,
de silencios muertos!
Sé que no conozco
los gorriones sedientos.
Mi mundo es una playa sin orillas
y mi cuerpo tendido de azucenas
no conoce la desgracia
aunque la viva cerca.
¡Seré un marinero sin puerto,
un abismo suicida
que llorará sobre el tiempo!
¿Cómo me siento vida,
cómo me siento?
DOLOR DE AMOR
¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Saber que tu ausencia
no tiene nombre, no tiene alas.
Volarán mil pronombres en la alcoba.
Un río de azucenas, hoy vendrá ha cenar.
¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Saber que te he perdido
entre la multitud de casas
de la ciudad aquella.
¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Saber que vas de la mano con alguien,
saber que te quise y que me quieres,
saber que te he perdido entre suspiros,
saber que por este amor, yo muero.
¿Cómo me duele Cielo, cómo me duele?
Mirarte en la distancia de los cuerpos,
sentirte naufragio, pesadilla y vida.
Desvelarme en la ausencia
de una playa sin cuerpo
y desmembrarme en tu mirada
como un atardecer sin alma.
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