Biografía de Santa Teresa de Jesús
WEBMASTER: Justo S. Alarcón
SANTA TERESA DE JESÚS Teresa de Ahumada nació en Ávila, el 28 de marzo de 1515. Desde sus más breves años comenzó a sentir mística exaltación, y a los 7 años huyó de su casa con un hermano, para ir a buscar martirio. Vuelta al hogar, a los doce años pasó por el dolor de perder a su madre, lo que la afectó en extremo y pareció decidir su vocación religiosa. Teresa de Ahumada nació en Ávila, el 28 de marzo de
1515. Desde sus más breves años comenzó a sentir mística exaltación,
y a los 7 años huyó de su casa con un hermano, para ir a buscar
martirio. Vuelta al hogar, a los doce años pasó por el dolor de
perder a su madre, lo que la afectó en extremo y pareció decidir su
vocación religiosa. A los 16 años entró en el convento de Santa María de
Gracia, llevada por su padre a causa de sus malas frecuentaciones, entre
ellas la de una su prima, y de las exageradas lecturas de libros de
caballerías. El tres de noviembre de 1534, a los 19 años de edad,
profesó en el convento de la Encarnación de Ávila. Poco después cayó
gravemente enferma y su padre la llevó a baños minerales: sentía los
primeros síntomas de sus neurosis. En 1537, en casa de su padre, sufrió
un ataque de parasismo, y durante dos años estuvo paralítica. Curó, y durante bastantes años su fe anduvo bastante
entibiada, hasta que volvió al pasado ardor religioso por que, según
dice ella, Cristo se le apareció con airado semblante. Entonces creyó
que la causa de su frialdad provenía de su demasiado frecuente trato con
seglares, y resolvió reformar la orden del Carmelo, a la cual pertenecía,
y fundar religiones de monjas descalzas y enclaustradas. Hora era de que llegaran estas reformas, pues la orden
estaba del todo relajada. En su empresa tuvo grandes dificultades que
vencer, pero le ayudaron eficazmente una de sus hermanas, otros parientes,
varios señores piadosos y la duquesa de Alba. Sus principales obras son en prosa: amenas unas veces,
especiosas otras, son pruebas de que la santa, que tanto se queja en ellas
de su falta de letras, era una gran estilista. En cuanto a sus poesías,
fueron compuestas en ciertos momentos de mayor ardor místico, por la que
ella decía que la Divinidad se las inspiraba. Santa Teresa murió, después de realizada su obra de reforma, el 4 de octubre de 1582, a los sesenta y siete años. |